sábado, 16 de agosto de 2025

No rendirse también es una forma de éxito...

 






Preparar una oposición no es solo estudiar. Es sostener una expectativa en medio del caos. Es organizarse cuando la mente está desordenada. Es levantarse cada día y repetir: “voy a intentarlo”, aunque por dentro solo tengas ganas de parar.

A veces me preguntan si no me agobié mucho. Y me cuesta explicar que opositar fue lo de menos. Lo difícil fue estudiar mientras atravesaba duelos, pesadillas, atracones, ansiedad, miedo, silencio.

Lo difícil fue estudiar con el alma hecha trizas y el cuerpo pidiendo tregua. No me preparé para una oposición. Me preparé mientras intentaba no romperme del todo.

Estudiaba entre crisis, entre lágrimas, entre dudas. Había días en los que solo leer una página me costaba lo mismo que a otros memorizar cinco temas.

Y aun así, lo hacía. Lo hacía porque quería. Porque lo necesitaba. Porque, de algún modo, era una forma de seguir creyendo en mí y por una meta y sueño mayor que espero conseguir en un par de años.

Tuve miedo.

Mucho.

Miedo a no llegar. A no rendir. A quedarme en blanco. A fracasar.

Pero lo que más miedo me daba era perderme otra vez a mí misma. Volver al lugar donde todo me dolía sin sentido. Volver a sentir que no tenía un propósito.

Por eso, cada vez que me sentaba a estudiar, no lo hacía por puntos, por plaza o por tribunal. Lo hacía por mí y por él.

Por esa parte de mí que, a pesar de todo, seguía diciendo: “quiero seguir”. Y seguí. Y llegué. Y aprobé. Y hoy puedo decir que conseguí la plaza. Pero, aunque suene extraño, esa victoria no borra lo que para mí fue el mayor logro: no rendirme cuando era más fácil hacerlo.


🎓 Lo que nadie te dice sobre opositar en mitad del dolor

Que el éxito no es solo aprobar. A veces es llegar viva.
Que el mayor logro puede ser abrir un tema en un día de ansiedad.
Que hacer un resumen mientras tu mente te insulta es un acto de valentía.
Que seguir estudiando con un TCA activo es una hazaña silenciosa.
Que parar también es forma de cuidarte.
Que no rendirte es un éxito, aunque nadie te lo reconozca.

🧠 Consejos que me hubiera gustado tener antes del examen

No estudies desde el miedo, estudia desde el respeto a ti misma.
Organízate según tus emociones, no solo tu temario.
Habla contigo como lo harías con una amiga en tu lugar.
El día del examen, repítete: “no tengo que hacerlo perfecto, solo con presencia y coherencia”.
Si no puedes más, para. No todo se pierde por parar un día.
Celebra cada día en el que cumpliste tu propio ritmo.

💬 A ti, si estás estudiando mientras todo pesa

No sabes si llegarás. No sabes si podrás con tanto. Pero aun así, lo estás intentando. Y eso ya dice mucho de ti.

Yo también dudé. Yo también pensé que no podría. Pero hoy sé que sí se puede. Que a pesar de todo, se puede llegar, se puede aprobar, se puede conseguir esa plaza. Y que, incluso si no hubiera pasado, el camino ya habría valido la pena.

No rendirse también es una forma de éxito.

Una forma de amarse, aun rota.

Una forma de creer en una vida más amable, aunque aún no haya llegado.

Una forma de gritar: “sigo aquí, a pesar de todo”.

          Nos leemos, V. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No rendirse también es una forma de éxito...

  Preparar una oposición no es solo estudiar. Es sostener una expectativa en medio del caos. Es organizarse cuando la mente está desordenada...